Las agencias de calificación son empresas que tienen un papel importante dentro de la economía, de hecho ellas tienen la misión de pronunciarse sobre la capacidad financiera de una empresa, un estado o un colectivo territorial para devolver sus deudas.
El mercado de las agencias de calificación: En la actualidad 3 grandes agencias de calificación se reparten el mercado, se tratan de Standard & Poor´s, Moody´s, y Fitch. Estas agencias de calificación representan el 90% del mercado mundial de la calificación.
El desarrollo de la calificación de un emisor: Las agencias de calificación, comprueban la solvencia del emisor del título de deuda. Así se le atribuye una calificación al emisor y la demanda puede provenir o no de éste último. Generalmente la calificación será buena si el emisor ha efectuado él mismo la demanda, y tendrá así la posibilidad de pedir prestado con una tasa baja. Sabed que cuanto más elevada sea la calificación del emisor, el riesgo de falta de pago será bajo en los años siguientes. Sin embargo, cuanto más baja sea la calificación, más garantías exigirán los inversores en términos de rentabilidad, ya que el riesgo será mayor en ese caso.
¿Cómo se efectúa una calificación a un emisor? Así la calificación AAA o aaa es la calificación más alta e indica un riesgo muy bajo de fallo, sobre el 0.05% al año. Las calificaciones varían de AAA a D, sin embargo existen muchas diferencias en términos de calificaciones entre las agencias. Cada una tiene su propio sistema de calificación donde varía de A a D, con los escalones intermedios que son A+, A-, o A1, A2…
Existen muchos niveles de calificación: De AAA a A significa que los inversores son seguros. De BBB a B se trata de inversores considerados como especulativos. De CCC a C, la agencia de calificación considera que el emisor está en riesgo de falta y los DDD a D el emisor está en proceso de suspensión o con los pagos suspendidos.
Impacto de las calificaciones atribuidas: la calificación que atribuye la agencia tendrá un impacto nada despreciable en los mercados. Por ejemplo, un estado que reciba una calificación satisfactoria tendrá la posibilidad de pedir prestado con tasas más ventajosas, ya que los inversores le tienen más confianza. Así la calificación puede evolucionar y no es , en ningún caso, definitiva. Corresponde a la salud financiera del emisor en un momento dado.
Límites de las agencias de calificación: Sin embargo las agencias de calificación no reciben remuneraciones por parte de los inversores desde los años 70. En la actualidad los emisores pagan a las agencias de calificación, lo que puede constituir un conflicto de intereses.